La nostalgia que lidera el presente
- Geraldine Sturzenegger
- 17 feb 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 may
Un día un hombre adulto, se encuentra con una amiga que hacía mucho que no veía.
Comenzaron su encuentro en una charla tomando un café y contándose sobre sus familias, los cambios de trabajos, los viajes y por supuesto los recuerdos vividos.
La mujer luego de una larga charla le dijo, ¡que tiempos aquellos en la escuela!, son inolvidables, eran tan espontáneos, decíamos lo que sentíamos siempre.
Su amigo le contestó: Es cierto, pareciera que de grandes se piensa mucho más en decir algo y se pierde la magia. Se gana el formalismo y la buena conducta, pero se disuelve la transparencia de poder decir lo que se siente.
Bueno basta, porque todos estamos muy nostálgicos, pareciera que lo que se vivió en el pasado fue mejor. Dijo la mujer un poco enojada.
¿Y no es así? Replicó el amigo.
La mujer le dijo: No tanto porque también en el presente hay cosas buenas, disfrutar de la familia, de los amigos y de buenos encuentros con seres queridos, eso también es lindo y agradable.
¿Pero ahora siempre dices lo que sientes o debes controlarte por diferentes motivos? Le preguntó su amigo.
La mujer se quedó pensativa para contestar y luego de un rato dijo: bueno es cierto que hay que controlar impulsos, a un jefe o a un hijo no se le va a contestar de la misma manera. Lo mismo que a un desconocido o a un ser querido.
¿Pero antes te planteabas lo que ibas a contestar, o el impulso de decir lo que te plazca estaba latente? Le replicó su amigo.
A lo que la mujer respondió: Esta bien, los años no vienen solos y la nostalgia tampoco, pero ¿sabes por qué?
¿Por qué? dijo el hombre.
Porque de grande aprendes a tener más sabiduría y a dejar los impulsos de lado para los adolescentes que están construyendo su personalidad, y a veces los silencios son necesarios para no herir a otro ser querido.
Y es cierto que se genera nostalgia en el presente, pero creo que el ya no ser adolescente, hace que puedas discernir con la madurez del presente. Y si miras tu pasado y lo aceptas como lo mejor que se pudo vivir, la nostalgia no va a ser parte del presente ya que los recuerdos se atesoran como una gran experiencia vivida.
Su amigo la escucho atentamente y le dijo: pero que sabias palabras, en verdad no me había planteado vivir mejor el presente, creo que la nostalgia del pasado me estaba obnubilando sin dejar ver mi presente más ameno.
Vamos a ver si puedo comenzar a aplicarlo en la práctica. Que es lo más difícil.
Su amiga le dijo: Viste que todo se vive a su momento y en el tiempo correcto. Y gracias por tu halago de mi sabiduría. (Los dos se sonrieron)
Luego la mujer le explicó a su amigo que debía seguir haciendo trámites y le dijo:
Me agrado mucho hablar contigo.
A mí también, nos ponemos en contacto nuevamente para un nuevo encuentro. ¿Quieres?
Claro, dijo la muchacha.
Se saludaron y cada uno hizo su camino, pero la nostalgia que lideraba el presente, se transformó en plenitud de aprendizaje continuo viviendo cada etapa de sus vidas lo mejor posible.
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